viernes, 24 de diciembre de 2010

¡Feliz Navidad!

Navidad, de José Lira, fotógrafo mexicano.

Me gustó esta foto, de la cual sólo sé que fue tomada el año pasado (creo) en Seúl, Corea del Sur.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Dora Carrington a Lytton Strachey


Dora Carrington y Lytton Strachey.




Leo en la solapa que Alberto Manguel vive actualmente en la campiña francesa, en una casa que dispone de una inmensa biblioteca.




Alberto Manguel ha seleccionado una serie de textos amorosos de muy diversos autores en su libro Breve tratado de la pasión, publicado por editorial Lumen en 2008.




De esas cien cartas, poemas o notas que conforman el libro, mi predilecta es, sin duda, la número 100, que les comparto.


Dora Carrington a Lytton Strachey
(después de su muerte)

Dicen que tenemos que mantener nuestras pautas y nuestros valores vivos. Pero ¿cómo voy a poder yo, si solo los conservaba por ti? Todo era por ti. Amaba la vida únicamente porque tú la hacías tan perfecta; y ahora ya no queda nadie con quien contarse chistes o hablar de Racine y de Moliere, de planes, de trabajo y de la gente.

Soñé otra vez contigo la otra noche. Y cuando me desperté fue como si acabaras de morir. Cada día lo encuentro más difícil de soportar, pues ¿para qué vivir ahora? Echo un vistazo a nuestros libros preferidos e intento leerlos, pero sin ti no me dan ningún placer. Me acuerdo solo de las noches en las que tú me los leías en voz alta, y entonces lloro. Me siento como si hubiéramos almacenado todo nuestro trigo en un granero para hacer pan y cerveza el resto de nuestras vidas, y el granero hubiese ardido hasta los cimientos, y nosotros contempláramos las ruinas carbonizadas, de pie, una mañana de invierno. Pues en esta habitación estaba la cosecha de nuestra vida juntos. Toda nuestra felicidad estaba sobre ese fuego y con esos libros. Con Voltaire bendiciéndonos, la mano alzada sobre el muro... Es imposible concebir que nunca más me sentaré contigo y escucharé tu risa. Que cada día del resto de mi vida tú no estarás.

[Lytton Strachey murió en enero de 1932 y Dora Carrington se suicidó en marzo de ese mismo año.]

[De los Diarios, 12-17 de febrero de 1932, traducción de Vicenc Tuset.]



Lytton Strachey pintado por Dora Carrington en 1916.



sábado, 11 de diciembre de 2010

Kathy: 30 años bordando


Detesto coser botones o dobladillos porque lo hago muy mal, pero me encanta el punto de cruz. Mi madre me enseñó este bordado de puras equis hace varios años, y es lo único en lo que más o menos soy diestra con el hilo y la aguja.






Leo en Wikipedia que se han encontrado bordados similares al punto de cruz en Egipto y en Asia que datan del año 800 a. de C., pero que el punto de cruz como lo conocemos ahora comenzó en la Edad Media.

Acabo de regalarme varios bordados navideños hechos por Kathy, quien los vende a un precio muy accesible en http://www.etsy.com/people/SantasStitchery.







Su labor me fascinó porque al bordado en hilo le añade chaquira y adornitos de metal, lo cual realza su colorido y belleza.

Kathy prefirió que omitiera su apellido, pero leo en su perfil que trabajó como bibliotecaria y que ahora está jubilada. Aprendió a bordar en 1979 y lleva más de 30 años realizando labores en punto de cruz.


Kathy añade que ahora que está jubilada pasa muchas horas en su sillón favorito bordando o tejiendo a gancho, mientras escucha un audiolibro.

Para mí, el punto de cruz es además una excelente terapia, pero hay que tener muy buenos ojos para tejer durante tantas horas y tantos años. Desde que aprendí, habré bordado unos 45 o 50 diseños, la mayoría de ellos muy sencillos. Kathy ha bordado cientos, pequeños y grandes, a lo largo de esos treinta años. Y bordar de noche es una proeza. Yo necesito la mejor luz matinal para poder ver los cuadritos de la tela Aida; de noche, imposible.


Admiro mucho las creaciones de Kathy, quien es además sumamente gentil y amigable. Y ahora que las tengo en mis manos, puedo asegurarles que en persona son muchísimo más hermosas que en fotografías.

Todas las imágenes que incluyo son de sus bordados.




jueves, 9 de diciembre de 2010

MARK TWAIN


Samuel L. Clemens, Mark Twain.


Estoy leyendo El asalto de la risa, Aforismos, sentencias y reflexiones (de Mark Twain) seleccionadas y traducidas por Mauricio Bach. El libro consta de 157 páginas y voy en la 61.

Les comparto unas que me encantaron.



Le gustaba gustar a la gente, y por tanto a la gente le gustaba.



Probablemente no exista un placer comparable al de escalar una peligrosa ladera de los Alpes; pero está estrictamente reservado a quienes son capaces de encontrar placer en hacerlo.


El alimento intelectual es como cualquier otro; resulta más plácido y saludable tomarlo a cucharadas que a paladas.




La virtud nunca ha gozado de tanta respetabilidad como el dinero.




Caricatura de Amir Taqi.

sábado, 4 de diciembre de 2010

De Juan Villoro en El disparo de argón


Juan Villoro.


Hace varios años leí El disparo de argón, de Juan Villoro. Hoy me encontré una tarjeta con unas frases que copié de esta novela.

La que habla de la lectura la recuerdo casi cada vez que leo un libro. Se las comparto.


Soy un lector bastante pobre pero como cualquiera he sentido la sorpresa de no ver las palabras. Si todo marcha, veo imágenes e ignoro los renglones de tinta, los puntos, las comas; si algo falla, vuelvo a las páginas numeradas, al papel que cada vez es de peor calidad. Quizá esto me asombra más como oftalmólogo que como lector. La cartilla de lectura que coloco frente a mis pacientes es un ejercicio de vista porque no dice nada; en cambio, lo mejor de la lectura es la magia que borra las letras y hace visibles otras cosas (pp. 328-329).


Quizá por eso me entusiasmaron las clases de Antonio Suárez, para quien la sabiduría consistía en descubrir, cada vez con mayor precisión, la medida de la ignorancia (p. 33).


Alguna vez Suárez me dijo que los palacios de la India tenían defectos intencionales para no suscitar la envidia de los dioses (p. 41).