domingo, 27 de diciembre de 2009

Epigramas, de Carlos Díaz Dufoo hijo


De Carlos Díaz Dufoo Jr. sólo sé que fue hijo de Carlos Díaz Dufoo, que, al parecer, no existe ninguna fotografía suya, que nació en la ciudad de México en 1888 y que se suicidó en 1932.

Los siguientes son algunos de sus epigramas, si bien Heriberto Yépez afirma que no son epigramas, sino microfictemas, fragmentarios o ensayúsculos.

Sobre esta misma cuestión de género, Christopher Domínguez Michael señala:

Los Epigramas han acabado por coronar una dinastía mexicana que se inicia con Torri y que, pasando por Mariano Silva y Aceves, alcanza su esplendor con Juan José Arreola, una escritura que va mutando de género y se presenta, en recuentos y antologías, como cuento, poema en prosa, aforismo o epigrama y hasta como poesía pura, poesía a secas. Recientemente —lo ha hecho Javier Perucho— se han catalogado como "microficciones" algunos de los textos de Díaz Dufoo. Tal vez estemos ante un género fantasmagórico que en realidad es nuestra literatura absoluta.


EPIGRAMAS

La razón le abandona cuando necesita pensar.
*-*-*

La vida, como un soplo remoto, pasó entre sus dedos, íntima y ajena. De su visita quedó la huella del viento que agitó las hojas.
*-*-*
Cuidadosamente rodeado de ideas prudentes, inaccesible a los excesos, escudado por la dura barrera de las teorías mediocres, dicta, burocráticamente, opiniones definitivas.
*-*-*
Hizo muchos planes. No cumplió ninguno. Cada día era un nuevo fracaso, pero cada día era también una nueva aurora y un fuego imperecedero encendía cada día en él el deseo de las cosas perfectas que no se realizan. Un soplo eterno reanimaba, diariamente, la potencia intacta y estéril.
*-*-*
Larga agonía de un mal imaginario.
*-*-*
Este es un hombre que hace la novela de su vida. Completa, estéticamente, su razón y sus sentimientos. Finge sus sensaciones. Naturalmente, nadie lo entiende. Naturalmente, él se envanece de ello.
*-*-*
Su vocación es soberana: compone música en un mundo de sordos.
*-*-*
Optimista impecable: por las noches zurce su corazón.
*-*-*
Gastó largos años para hacerse un estilo. Cuando lo tuvo, nada tuvo que decir con él.
*-*-*
Señor, ¿para qué me diste un alma si no podía servirme de ella?
*-*-*

Carlos Díaz Dufoo hijo
Epigramas
Prólogo de Heriberto Yépez
Epílogo de Christopher Domínguez Michael
Tumbona Ediciones
Colección Píldoras Amargas
México, 2008

4 comentarios:

  1. Wow, no sabría exactamente cómo hacer un epigrama, como que no sé las reglas o lo que hace en sí a un epigrama pero me encantaron, están fuertes eso sí... unos me dejaron pensando, en unas cuantas palabras acumula mucho pensamiento... me da la impresión de que estos que pusiste están ligados el uno con el otro, como si hablara del mismo personaje, un personaje medio sombrío por cierto. :)

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  2. Si, bastante sombrío, como Cioran.
    Y tienes razón; al menos yo creo que ese personaje es el mismo Dufoo.
    Me alegra mucho que Tumbona ediciones lo publicara de nuevo, porque hacía tiempo buscaba, sin suerte, este libro.

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  3. Gracias por dar a conocer este autor. Sólo una aclaración, por demás trivial: Al parecer no se trata de Carlos Díaz Dufoo hijo, sino nieto. Su padre, homónimo, fue un notable periodista y escritor, y su abuelo, homónimo también, participó en la guerra contra los franceses, en Puebla.
    Peredo, Roberto, Nuevo Diccionario de Veracruz, Fundación Colosio, Xalapa, 2004

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  4. Muchas gracias por la aclaración, aunque en la portada del libro (imagen de arriba) aparece como autor Carlos Díaz Dufoo Hijo.

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