jueves, 10 de diciembre de 2009

Jorge Ibargüengoitia, Historias de espías



Jorge Ibargüengoitia

Estoy por terminar ¿Olvida usted su equipaje?, de Jorge Ibargüengoitia, libro que reúne artículos que el autor publicó en el periódico Excélsior, entre 1968 y 1976.

Aunque han pasado entre 30 y 40 años desde que fueron escritos, los textos conservan intacto el humor de este escritor excepcional. Incluso hay fragmentos que podrían haber cerrado un artículo publicado en estos días, como el siguiente:




En la ciudad de México tenemos Metro y nuevas atarjeas. Pero los taxis desocupados siguen siendo una rareza, los camiones van cada vez más llenos y cada día cuesta más trabajo ir de un lado a otro de la ciudad. (Publicado el 16 de diciembre de 1969.)





El Metro se inauguró en la ciudad de México el 4 de septiembre de 1969


No obstante, el texto que me encantó y que deseo compartirles no tiene nada que ver con el tránsito en la ciudad de México, sino con el espionaje, y forma parte del artículo titulado "Historias de espías", publicado el 4 de mayo de 1973.


[...] Pero en materia de espionaje, como en todo, la realidad es tan interesante o más que la ficción.

Vamos a ver este caso: una ciudad italiana, digamos, Génova, fines de 1940.

Italia está en guerra con Inglaterra, pero no con los Estados Unidos. Un empleado del consulado de los Estados Unidos, italiano, abre un día la caja fuerte del consulado y se roba un libro en el que está la clave que usa en sus comunicaciones el gobierno de los Estados Unidos. Pasa el tiempo, los Estados Unidos entran en la guerra y un coronel Fell llega al Cairo como agregado militar norteamericano y oficial de enlace con el VIII Ejército. Este señor, que recibe toda clase de información de los ingleses es un hombre muy minucioso, que manda todos los días un informe cifrado a Washington. Esta información era interceptada por los italianos, descifrada y transmitida a Rommel: gracias a estos mensajes cayó Tobruk, se frustró un ataque de comandos a los aeropuertos libios, se impidió un ataque aéreo a Taranto, etcétera. En resumen, costaron miles de vidas. Bueno, pues cuando el coronel Fell regresó a los Estados Unidos recibió una medalla por lo minucioso de sus mensajes y, años después, cuando terminó la guerra, el empleado que se había robado la clave, regresó al consulado, pidió trabajo y se lo dieron.


General Erwin Rommel




Cementerio de los caídos en guerra en Tobruk

5 comentarios:

  1. Ésa del metro esta taaan actual!

    Muy interesante

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  2. Vieras qué difíiiicil fue bajar una imagen del Metro en internet, pues muchas de las que vi estaban en mapa de bits y ésas no se copian en mi archivo. Ni modo, pueees, me faltó una buena fotógrafa.

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  3. Me hubieras pedido una, si tengo algunas del metro :O :D

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  4. Pa' la próxima :D
    Además, el Metro era así (nuevecito y naranja) cuando se estrenó.
    ¿Por qué la ves taaan actual? ¿Porque no es en blanco y negro la foto?

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  5. Acutal me refiero a la frase que escribió el escritor acerca del metro, es decir que sigue aplicando hoy pues, je, no me refiero a la fotografía :D

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