jueves, 17 de septiembre de 2009

ANDA NADA, de Luis Britto García




Hará unos treinta años (más o menos), vi una obra de teatro que me fascinó: Venezuela tuya. La obra era, según recuerdo, una sátira política llena de humor y de canciones que hubiese querido escuchar hasta memorizarlas. Los actores eran venezolanos y se presentó en México por muy corto tiempo, tal vez en Ciudad Universitaria, tal vez en algún teatro del INBA.

En aquel tiempo no había internet y no pude hallar prácticamente ningún dato sobre el autor, el director o sobre la puesta en escena. Sólo supe que el grupo teatral se llamaba Rajatabla, y en algún cuaderno escolar anoté el título y el autor: Luis Britto García. (Por cierto, fue con Rajatabla que Britto García ganó en 1970 el Premio de Cuentos Casa de las Américas.)

Años después leí otro libro suyo que me encantó: Abrapalabra. Y es ahora (en este justo instante) cuando ato cabos y constato que el nombre de este blog surgió inconscientemente de este título maravilloso.

Lo peor es que sigo sin saber gran cosa de este escritor que tanto me gusta. Hace unos minutos leí algo sobre él en alguna página de internet y en la solapa del libro Anda Nada, que, supongo, también puede leerse Andanada. Y prefiero no decir nada sobre el autor, sino dejar que lo conozcan (quienes no lo conozcan) por medio de dos minitextos o minirrelatos o comoquiera que se llamen.

No sé dónde leí hace tiempo que acababa de publicar Anda Nada y corrí a buscarlo en los catálogos virtuales de varias librerías de México. Lo tuvieron en la Gandhi, pero cuando di con él ya era tarde, pues el libro ya no estaba disponible. Entonces no tuve más remedio que pagar el triple (o más) haciendo el pedido a la librería Santa Fe, de Buenos Aires, Argentina, país que acepta pagos mediante Western Union, pues carezco de tarjeta de crédito y hasta hoy no he dado con ninguna librería española que acepte otro tipo de pago.

El libro me llegó ayer y brinqué de gusto al recibirlo. En la página legal me entero de que el libro tiene un formato DuraBook, es decir que "utiliza una tecnología revolucionaria que lo hace completamente impermeable y de larga duración, lo cual me alegra y entristece a la vez, pues el libro vivirá más que yo (al igual que todos los demás libros que pueblan mi bilbioteca, aunque no sean impermeables, pues está en su naturaleza vivir más que los humanos que los leen o los escriben).

En la misma página legal leo que "la reproducción parcial o total de esta obra no puede realizarse en manera alguna ni por ningún medio sin consentimiento previo y por escrito de la editorial", lo cual es exactamente lo que voy a hacer ahora contraviniendo dicho estatuto (o como se llame).

Así pues, reproduzco a continuación dos minitextos o minijoyas de Luis Britto García, aunque para muestra basta un botón.



Muerte de Doñana

Doñana no está aquí, ni está en su vergel. No poda la rosa, ni corta el clavel. Doñana se fue paseando hasta las puertas del cielo, donde no la dejan entrar porque ella no existe. Ni el cielo tampoco.



Ya no te acuerdas de mí

Se mete en una fiesta el extraño ser que goza apenando a la gente con el juego de tú no te acuerdas de mí pero yo sí me acuerdo de ti, y la primera víctima como es lógico no se acuerda de él, pero tampoco se acuerdan ni la segunda ni la tercera ni la cuarta, la quinta no tiene ni idea y así sucesivamente. La misma noche el extraño ser de cuyo nombre no quiero acordarme se mete en tres cuatro cinco, diez reuniones tratando de avergonzar a quienes no se acuerdan de él pero es él quien resulta humillado porque ni un solo memorioso tiene la menor idea de quién pudiera tratarse, y al salir a la calle el extraño ser se da cuenta de que tampoco él se acuerda de quién es él mismo.


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