martes, 1 de septiembre de 2009

Cien Palabras

Jordi Cebrián es catalán y creador del blog cienpalabras, en donde escribe sus cuentos ultracortos, todos exactamente de cien palabras, sin contar el título.

Hace varios años, gracias a mi gran amigo Víctor Zarco conocí este blog, y desde entonces soy adicta a él.

Para fortuna de sus lectores hispanohablantes, Jordi habla el catalán en casa, pero su lengua literaria es el castellano.

Tras nueve años de leerlo en la red, sus seguidores pueden al fin tener sus cuentos reunidos en el libro 500 cuentos de Cien Palabras, al que se suma la gentileza del autor de dedicar cada ejemplar.

Para quienes aún no lo conocen, doy una probadita de tres cuentos del majo Jordi Cebrián. Las fechas señalan el día de su aparición en el blog.


28 diciembre, 2001
Escribiendo el mañana

Como cada día, el anciano entra en la biblioteca con el silencio respetuoso de quien pisa lugar sagrado. Accede al segundo pasillo, tras los estantes de zoología, y avanza entre los ensayos de arquitectura etrusca hasta llegar a una escalerita oculta tras un estante cargado de autores finlandeses. Sube despacio, y se acomoda en una pequeña mesita, donde abre un libro lleno de notas manuscritas. Allí escribe lo que le ocurrirá mañana a alguien. Tal vez su vecino encuentre un gato perdido, o alguien en otro país sufra una embolia mientras lee poesía. Pero el anciano no inventa, sólo copia.



18 de diciembre, 2001
Buen plan

Pagué a un matón para que me atracara mientras paseaba con mi novia, para yo poder hacerle huir y quedar como un dios ante ella. Buen plan. Paseábamos por el rompeolas, llegó, y nos pidió el dinero. Pero antes de que yo pudiera reaccionar, mi novia le dio tal ostia que lo mató. Yo estaba desconcertado, pero ella dijo que lo mejor sería tirarlo al mar. Y aunque ella no lo sabía, tampoco yo quería que me relacionaran con él. Desde entonces la autoestima de mi novia ha crecido un montón, pero yo ahora, cuando estoy con ella, tengo miedo.


15 mayo, 2009
Por una palabra


Escribí un cuento de cien palabras perfecto. La gente lo leía con avidez, y lo enviaban entusiasmados a sus amigos. Me llamaron para hablar sobre el cuento en la tele, y desde Hollywood querían adaptarlo. Entonces alguien descubrió que había escrito "porque", en vez de "por qué", así que ahora sobraba una palabra. Pero quitar cualquiera de ellas desmontaba el delicado mecanismo de relojería que había conseguido construir. Finalmente eliminé un artículo, pero ya no es lo mismo. Los críticos literarios me ignoran, han cancelado el programa al que tenía que ir, y Scorsese ya no me coge el teléfono.

2 comentarios:

  1. estan geniales los cuentos, qué increíble que sean en cien palabras! muy muy chidos! me encantaron y el de "Por una palabra" me hizo reir mucho jajaja geniales geniales

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  2. Curiosamente fue Víctor quien me habló por vez primera de esta página (entonces no sabía que se llamaban blogs), y desde entonces me encantó.
    Tus cuentos también son excelentes, ¡pero terminalos, my dear!

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